Tapa blanda, 224 páginas. 13,8 X 21 cm. ISBN 978-84-946696-9-9
Autores: SARA GARCÍA PEREDA, CARLOS GOMARIZ, ACOYANI GUZMÁN
Con este libro Esperpento Ediciones Teatrales inicia la publicación de una nueva colección de textos teatrales, bajo el título genérico de “Dramaturgia emergente”. Esta colección pretende dar voz a aquellos autores y autoras que se inician en la aventura de emprender una trayectoria en el ámbito de la escritura teatral. En este volumen presentamos tres obras que consideramos tienen una gran calidad y merecen llegar a las manos del ávido lector teatral, así como a los escenarios, en las mejores condiciones posibles.
Sara García Pereda es egresada de la RESAD en el itinerario de dirección y dramaturgia, además de actriz y dobladora. Aquí presenta su obra Aire siempre de viaje que nos hace transitar por el universo de los primeros amores. Como dice Yolanda Pallín en su prólogo “Aprendemos a amar a través de las ficciones y estas nos transmiten la temperatura sentimental del tiempo en el que fueron producidas”.
Carlos Gomariz responde más al perfil de actor inquieto que siente la necesidad de expresarse, también, a través de la escritura y la dirección de escena, de la que ya ha hecho gala en los circuitos alternativos madrileños. En este libro se incluye su obra La caída que supone un acercamiento muy personal a las crueldades que generamos contra los miembros más indefensos de nuestra sociedad. Así lo apunta Jorge Muños en su prólogo “Es perverso y paradójico que nuestro estado de bienestar dé la espalda a una realidad que no quiere ver porque no es agradable, no es estética”.
Acoyani Guzmán es actriz, dramaturga y poeta. Estudió en el Centro Universitario de Teatro (UNAM, México) y tiene su propia compañía de teatro para bebés, “Bambola Teatro”. En este volumen publica Todos los caminos conducen al Narco, una interesantísima visión de este tremento problema desde el punto de vista de la mujer. Rodrigo Johnson en su prólogo lo explicita así: “Todas ellas somos nosotros, el horror inspirado por la nota roja, que desgraciadamente en México se ha convertido en materia para hacer dramas cotidianos”.